LAS PARAMITAS: EL AMABLE DESIERTO DEL DESPERTAR
Kusen del Sesshin del Centro Zen Buppo Cumbre de Canoabo, Edo.
Carabobo,
29-31 julio 2016
Nota Introductoria
La palabra sesshin (Ch.,
ses=tocar; shin=espíritu) designa un retiro para practicar la Vía del Zen. Se
usa como sinónimo de aquél donde comúnmente se hace zazen (jap. Za=sentarse;
Zen= Atención-Observación) y otras actividades relacionadas con este Camino, el
Kin Hin (traslación en el dojo), el Samu (servicio, trabajo manual), el Mondo (sesiones públicas de
preguntas-respuestas luego de zazen), el Dokusan
(entrevistas individuales con el director) y el Kusen (enseñanza oral durante zazen), que es lo que iniciaré a
continuación.
Comenzaré
con un texto del s. XIII, con el cual nuestro Maestro Nansen (1926-2010),
Patriarca (fundador) del Zen en nuestro país, gustaba iniciar los retiros, el Komyozo Zanmai, del Maestro Ejo,
discípulo a su vez del muy respetado Maestro Dôgen (1200-1253), Patriarca del
Zen Soto en Japón. Luego de esta lectura,
daré algunas indicaciones acerca de los cuatro (4) puntos preliminares de la
meditación, comunes a todas las Tradiciones (inclusive no buddhistas, como el
Hinduismo), de acuerdo al Lama Gursam, con el cual hice un retiro en el mes de
mayo de este año. En 3er. lugar el tema central anunciado, las Paramitas o Cualidades Espirituales,
una elaboración propia a partir de las enseñanzas del Instituto de Estudios
Budistas Hispánico (Prof. Jaime Velásquez), de mi Maestro Nansen y de su
discípula la Monja Ai Ko que es nuestra Tenzo o jefe de cocina en este Sesshin.
Maestro Nansen (1926-2010), Patriarca (fundador) del Zen en Venezuela.
La novedad es que haré el esfuerzo por integrar las
Paramitas con la sabiduría de los Padres del Desierto, en especial de uno de
los más esclarecidos, como fue Evagrio Póntico. Para el Maestro Nansen el tema
de los Padres Cristianos del Desierto era una referencia puntual, puesto que
los consideraba un puente imprescindible entre la sabiduría de Occidente y de
Oriente, tal como lo propuso uno de sus traductores más lúcidos, como fue el
monje trapense Thomas Merton (1915 -1968), amigo personal del Dalai Lama.
En cuanto a Evagrio Póntico (345-399), se sabe que nació en Italia, en Ibora y que tuvo varios
importantes maestros, entre los cuales se mencionan Basilio El Grande, Gregorio de Niza y Melania La Anciana, esta
última en Jerusalén. Vivió en Constantinopla (hoy Estambul), de donde huyó por
representar demasiadas tentaciones. Una vez en Jerusalén, sabemos que enfermó
gravemente, lo que entendió como una señal para emigrar al desierto norte de
Egipto, específicamente el de Nitria. Luego se trasladó a Kellia ("Las
Celdas"), donde vivió hasta su muerte.
Ya habían pasado las persecuciones contra los
cristianos en la decadencia del Imperio Romano, que los acusaba de ser, como
secta, los culpables del deterioro, antropófagos, bárbaros. Si se eliminaba esa
secta, entonces el imperio volvería a florecer. El Martirio surgió entonces
como una forma de dar Testimonio de Fe. A finales del s. II cesa el
hostigamiento y las comunidades se relajan, lo que hace surgir grupos que
plantean la continuación del Martirio, pero en la propia carne y espíritu. Se
crean entonces cenobios con sus particulares arquitecturas, con celdas y
lugares comunes, donde el lugar sagrado está hacia el Oriente, por ser la
dirección donde nació Jesús.
Evagrio era un monje de formación helénica, por lo que estudió a profundidad a Orígenes (¿Alejandría?, hacia 185 - Tiro, actual Líbano, hacia 254) en sus propuestas sobre el monacato. Por cierto –y muy entre paréntesis- Orígenes es uno de los Patriarcas de la Iglesia quien escribió sobre la re-encarnación o transmigración basado, entre otros textos bíblicos, en la Epístola del Apóstol Santiago, quien advierte de cómo la imprudencia puede llevarnos a poner de nuevo en movimiento la rueda del nacimiento (Santiago, 3,6), con lo cual también existe un puente doctrinal con religiones y caminos espirituales del extremo Oriente y aun con las escuelas iniciáticas helénicas (Para el Zen no es relevante el tema de la transmigración, puesto que lo importante es vivir aquí/ahora. En todo caso, nuestra atención está enfocada en renovarse en esta misma vida).
Sin embargo, lo central en Evagrio es el trabajo sobre sí mismo por medio de los “logismoi” o “pensamientos” en términos de vicios o demonios que buscan el autoengaño, ajenos a la serenidad (Apatheia), a la divinidad. Para combatirlos y asimilarlos, propone el Praktikós, con el silencio transformante.
Los Padres de Desierto – especialmente el Abad
Antonio- habían propuesto la Hesyquia,
una práctica para vivir en una forma de conciencia: La observación atenta al
interior de sí mismo, en comunión con la vida. La salida de sí es la muerte. Evagrio
Póntico plantea el estudio de nuestros “propios mecanismos dramáticos”. Son
ocho (8) logismoi, con los cuales
conciliarse: Gula, Lujuria (porneia),
Avaricia, Tristeza, Ira, Acedia (Sinsentido, desaliento), Vanagloria y Orgullo.
Evagrio es considerado por el famoso teólogo Johannes Quasten (1900-1987)
El fundador del misticismo monástico y el autor
espiritual más fecundo e interesante del desierto egipcio. Los monjes de
oriente y occidente estudiaron sus escritos como documentos clásicos y como
manuales de valor incalculable.
“Siento un profundo respeto, que nace desde lo más hondo de
mi compasión, por ustedes que continúan la práctica de zazen en el estado de
espíritu que voy a describir: Sin intentar obtener nada, sin ninguna meta; sin
dejarse influir por su inteligencia personal; sin mostrar suficiencia por la experiencia
que han adquirido en el dojo. Con toda la energía de su cuerpo y espíritu,
penetren totalmente en komyozo, sin dar vuelta hacia atrás para mirar el tiempo
pasado. No busquen el satori. No escuchen los fenómenos ilusorios (mayoi). No rechacen los pensamientos que
aparecen, tampoco se aferren a ellos pero, sobre todo, no los entretengan. Pase
lo que pase, sea lo que sea, practiquen la gran postura sentada aquí y ahora.
Si no alimentan los pensamientos, estos no vendrán por sí mismos. Abandónense
a la espiración y dejen que la inspiración venga en un armonioso vaivén, y no
quedará más bajo el cielo que un zafu vacío, el peso de una llama.
Si no esperan nada de lo que hacen, si no consideran cosa
alguna, pueden cortar con todo, solamente por zazen. Aunque las ochenta y
cuatro mil ilusiones vayan y vengan, si no les dan importancia, si pueden
abandonarlas a sí mismas, en ese momento, de cada uno de ellas, de una tras
otra y de todas juntas, podrá surgir el maravilloso misterio del granero de la
gran sabiduría.
Koun Ejō (1198-1280)
No
existe solamente el komyo del momento de zazen.
También está aquel que, paso a paso, acto tras acto, nos hacer ver
progresivamente que cada fenómeno puede realizarse inmediata, automática e
independientemente de su inteligencia propia y de sus pensamientos personales. Tal
es la verdadera y auténtica certificación que existe sin molestar la
manifestación de komyo: Es el poder
espiritual del no actuar de la luz que se ilumina por sí misma. Este komyo es originariamente no sustancia, no
existencia. Por ello, aunque muchos Budas lo realicen en este mundo, no
son de este mundo. Y, estando en el nirvana, no están en el nirvana. En
el instante de su nacimiento, komyo
no existía. En el de su muerte, no desaparecerá. Desde el punto de vista de
Buda, no aumenta. Desde el punto de vista de los sentidos, no disminuye. Así
como cuando tienen ilusiones o dudas, no pueden hacer la pregunta correcta,
cuando tienen el satori no pueden
expresarlo.
En ningún momento consideren nada con su conciencia
personal. Durante las veinticuatro horas del día mantengan la calma y la gran
tranquilidad de los muertos. No piensen en nada por ustedes mismos. Así, al
practicar la espiración y la inspiración, su naturaleza profunda y su
naturaleza sensitiva, inconsciente y naturalmente, serán no saber, no
comprensión. Entonces todo podrá volverse naturalmente calmo, esplendor de komyo, en la unidad espíritu-cuerpo. Por eso,
cuando los llamamos, deben responder rápidamente.
Un solo y mismo komyo armoniza en un todo a la gente del satori y la de las ilusiones. Así, aunque se
muevan, este movimiento no debe perturbarlos. De esta forma el bosque, las
flores, las briznas de hierba, los animales, los seres humanos, todos los
fenómenos (ya sean largos, cortos, cuadrados o redondos) podrán realizarse
inmediata, automática e independientemente de su inteligencia propia y de la
acción personal de su pensamiento.
No se apegen ni a las ropas ni a los alimentos ni a la casa.
No sucumban al deseo sensual ni al apego al amor carnal, que son prácticas típicas
de los animales.
Es inútil interrogar a los demás sobre su komyo, pues su komyo no tiene utilidad alguna para ustedes. En el origen, ese samadhi es el santo dojo, el océano de todos los
Budas. Es el más grande y el más santo de todos los asientos transmitidos
directamente de Buda en Buda a través de la santa práctica
universal. Puesto que ahora son discípulos de Buda, deben hacer zazen
tranquilamente en su zafu. No se sienten en el zafú infernal, el zafú gaki,
animal o asura, ni tampoco en el de los shomon o de los engaku. Practiquen
solamente shikantaza. No pierdan el tiempo. Es lo que se llama el
auténtico espíritu del dojo, el verdadero komyo samadhi, el maravilloso y espléndido satori.
Este texto solo debe ser leído por los verdaderos discípulos
del Maestro Dogen, aquellos que están autorizados a entrar en sus aposentos.
Lo he escrito para mis compañeros de zazen, para que no haya
puntos de vista erróneos, para perfeccionarme a mí mismo y para educar a los
demás.
Escrito por Ejo, bajo el reinado del emperador Guta. Con el
más profundo respeto, en el templo Eihei-ji el 28 de agosto de 1278”.
Comentario: Ejô habla de varios estados mentales durante el zazen y la vida
misma, que el Maestro Deshimaru los expone en sus comentarios al Canto del inmediato Satori, del Maestro
Yoka Daishi (665-713), quien recita
Si realizas súbitamente
al instante
el Zen del Buddha
las Seis Paramitas
y las diez mil prácticas
se realizan plenamente en tu cuerpo
Para Deshimaru, este es el auténtico Zen. Hay que estar alerta
ante los falsos “zen”:
- Naraka zen: Estado infernal, sufrimiento: Se rehúye la práctica.
- Gaki zen: Deseos insaciables. Se utiliza el Zen para obtener algo.
- Chukiso zen: Prevalece la lujuria y la gula.
- Asura zen: Demonios guerreros. Querer prevalecer sobre los demás.
- Ningen zen: Apego a los problemas personales, familiares, sociales.
- Tenjo zen: Éxtasis, paraíso, orgasmo espiritual, sonrisa constante.
- Shomon zen: Intelectualidad, conocer el zen a través de los libros, dogmáticamente, con autosuficiencia. Se desconoce la unidad cuerpo/espíritu=Vivencia del Zen
- Engaku zen: Solitario porque el mundo no tiene salvación. Retiro desierto constante. Misantropía.
Maestro Mokudo Taisen Deshimaru (1914 - 1982)
Los Cuatro
puntos preliminares, comunes a todas las Tradiciones (inclusive no
buddhistas, como el Hinduismo)(RETIRO
LAMA GURSAM. Caracas, 14-15 MAYO 2016 /Los
7 puntos de entrenamiento mental- Lo Yon):
1.
Vida preciosa:
Es preciada, como toda vida. En tibetano se llama “la preciosa vida humana”,
porque hay más oportunidades que cualquier otra vida. Todas las vidas tienen
potencial, pero la humana tiene más oportunidades que las otras. Al levantarnos
en la mañana, lo debemos pensar: “Tengo una preciosa vida humana: preciada,
valiosa”. Nos ayuda a enfrentar los desafíos, las dificultades. Eso hace una
gran diferencia, nos levanta. Tenemos que levantarnos nosotros mismos para sentir
más confianza. Todo lo que tenemos también es preciado, incluyendo cuerpo,
mente, pensamiento, habla… cualquier cosa que nos pertenezca, incluyendo cada
momento. Debemos ser realmente agradecidos con cada detalle para satisfacer
nuestras necesidades. Todo esto se conecta con lo espiritual. Hay que entrenar
la mente en eso. Hay que apreciar nuestra vida para apreciar lo exterior. Yo
valgo y lo(s) demás también. Así comprendemos cómo respetar a los otros seres.
A veces queremos tantas cosas que no descansamos, trabajamos mucho. Hay que
encontrar un camino medio. Hay que practicarlo al levantarse o en cualquier
momento del día.
Impermanencia:
Significa que todo está cambiando. Es el antídoto para la pereza, que es el
principal obstáculo en la vida. La naturaleza de todo es la transformación,
pero nuestra mente parece mostrarnos que hay permanencia. Y así tenemos
tendencia a aferrarnos. La meditación en la Impermanencia nos ayuda a dejar ir
y aceptar que todo es efímero (luego diré algo más acerca del tema al abordar la Paramita de la Sabiduría).
La Monja
Shin Ji con el Lama Gursam y el autor de estas líneas, durante el retiro del
14-15 mayo 2016.
1.
Karma: Acciones.
Es Ley Universal, la naturaleza de todo fenómeno interno y externo. Buddha lo
descubrió con su propia sabiduría. Hay que comprender el Karma individual y el
colectivo; el primero se refiere a todo lo que corresponda a nuestro cuerpo,
palabras y mente. A cada momento se manifiestan. El karma colectivo también
tiene sus acciones. Hay Karma burdo y sutil.
El karma de cuerpo, palabra y mente puede ser positivo. Cada acción
tiene su propia ley natural. Así es la naturaleza humana: Proteger la vida propia
y de los demás es un karma del cuerpo; su opuesto es matar o torturar. Las
emociones tienen su propio karma. La generosidad es un karma positivo del
cuerpo; su acción negativa es robar. Un objeto puede ser individual y
colectivo; robarlo es diferente según el caso: se roba el karma de una persona
o de 100 personas; se le hace daño a una o a 100. Igual se le puede ofrecer
algo a una o a 100. Karma de la palabra: positiva, la verdad (muy importante).
Tiene diferentes grados: puede ayudar a uno o a miles. Lo contrario, la
mentira, daña individual o colectivamente. Yo como instructor: mi karma no les
pasa a Uds., debo ser cuidadoso, no mentir. No mentir nunca en términos del
terreno espiritual, ni en ningún otro terreno. La palabra amable es un karma
muy positivo. Una mala palabra es mal karma. El karma es esencial en el Dharma.
La mente es igual, con sus emociones positivas y negativas, intenciones
positivas o negativas, pensamientos positivos o negativos. Lo positivo está
relacionado con la ayuda, lo negativo con el egoísmo. La mente crea, es lo creador. El real creador es la mente, crea
acciones: primero en sí misma, luego en palabras y en el cuerpo. Un solo individuo no
puede incidir en lo colectivo, debe involucrar el karma de otras personas para
ayudar a los demás. Con lo negativo
sucede igual. Se puede ver el karma fácilmente, otras veces no: hay que
recurrir a la lógica o a la filosofía, si es un karma muy sutil. Este también
se refiere al karma de la vida anterior o futura. Para ver este tipo de karma
sutil se requiere de una profunda meditación para verlo con claridad. Comprender el karma es comprender nuestro
entorno. Frente a problemas globales hay que brindar acciones globales, el
karma en eso es muy complejo; caso de los problemas ecológicos. Pero
individualmente se puede hacer mucho: si cada quien limpia el frente de su
casa, el pueblo estará limpio: Todos los karma están involucrados, en la
familia, con los vecinos, con los animales domésticos. Todos los seres estamos
interconectados positiva o negativamente, el karma nos interconecta. Todos los
seres sensibles son nuestras madres: conectados como con nuestra madre.
2.
Samsara:
Existencia cíclica. Hay que comprender la realidad del Samsara, la naturaleza
cíclica de la existencia. En las 4 nobles verdades, la 1ª es el sufrimiento en
el Samsara (Dukkha): Hay que comprenderlo, conocerlo; una vez logrado, seguir
adelante, olvidarlo, ir a una meditación más profunda. En el Samsara, cada ser
tiene su propia naturaleza; la naturaleza es la misma en cada ser, sentimos más
o menos lo mismo. Todo se junta en la naturaleza del Samsara. Es su naturaleza
que todo renazca, toma muchos años, al final está la muerte como experiencia.
Al morir, todos los seres volvemos a la tierra. Respecto a los animales, sufren
más que nosotros, aunque sean muy compasivos.
PARAMITAS O CUALIDADES ESPIRITUALES
En el Sutra del Diamante: (Vajrachedik, Sáns.), Texto
búdico muy apreciado por seguidores de Hui-Jen (605-675) el 5º Patriarca y de
Hui-Neng (ENO, Jap.; 638-713) el 6º Patriarca, en un asamblea Sbduthi había
preguntado al Buddha de qué manera se puede llegar a la perfecta sabiduría.
Entonces el Buddha explicó en detalle las Seis Paramitas (HARAMITSU, Jap.):
1.
DANA, Caridad.
2.
SHILA, Abnegación.
3.
KSHANTI, Paciencia.
4.
VIRYA, Resolución.
5.
DHAYNA (Ch’an, Zen), Meditación
6.
PRAJNA, Sabiduría.
La
palabra PARAMITA significa la acción de pasar de una orilla a otra, de la
actual que corresponde al nacimiento-muerte a la del NIRVANA.
El Maestro Deshimaru, en sus comentarios
del texto ya citado, amplía esta información de la manera siguiente, que será
base para el desarrollo de la Enseñanza para este Sesshin:
1. DANA/Fuse:
Dar con espíritu MUSHOTOKU, de ser posible anónimamente.
2. SHILA
/Jikai: Los Preceptos, no como meras prohibiciones o mortificaciones ascéticas,
donde priva enteramente la voluntad. Es una ética sustentada en la armonía con
la Vida Cósmica. Se trata de una
homeostasis cuerpo-espíritu e Individuo-Universo.
3. KSHANTI,
Ninniku: Paciencia con una total apertura al futuro.
4. VIRYA,
Shojin: La energía como dinamismo inconsciente que actúa a través de cada uno
de nosotros.
5. DHAYNA,
Zenjo: Ch’an, Zen, Concentración.
6. PRAJNA
PARAMITA, Chi-e: La Sabiduría suprema, inconsciente, intuitiva.
IMPORTANCIA DE GYOJI
Nuestro Sensei Nansen insistía que la más
grande acción es el Zazen, que reúne las Paramitas en sí mismo, que va de la
mano con GYOJI, la práctica constante, diaria, concentrada. En un sesshin nos
sumergimos en Gyoji, con cada una de las actividades para los demás. No es
Gyoji proponerse tener éxito en la vida, estar en una empresa o en la fuerza
armada, estar bajo las órdenes de un jefe en una institución.
Gyoji tiene el espíritu del Zen, de las
Paramitas diarias. Por cierto, nuestra amiga Rebeca Peña practica la 1ª
Paramita con el donativo de una tabla que ella perfeccionó para este Sesshin y
que nos sirve para evaluarnos diariamente. Es un instrumento diseñado
originalmente por el Sensei Nansen y luego editado por este servidor. Contempla
las quince (15) prácticas diarias del Boddhisatva, entre las que se incluyen
las Paramitas.
Cuando Deshimaru comenta el citado verso
del Maestro Daichi lo hace con la comprensión unificada de que el zazen de
Buddha de hace 2600 años es el mismo zazen que hacemos ahora. En su Enseñanza
sobre las Paramitas, el Sensei Nansen explica:
Zazen
no es solamente zazen. Si lo comprendemos, entonces nuestra vida cotidiana se
vuelve igualmente zazen. Si las 6 Paramitas y todas las prácticas se realizan
con el cuerpo-espíritu a través de zazen, esto significa que también las
practicamos en la vida cotidiana para los demás.
Comprender
el Zen del Buddha significa que la vida se construye sobre zazen y no sobre
nuestra perspectiva egoísta, que proyecta en los demás los propios pensamientos
y opiniones.
Ahora
veamos en detalle cada una de las Paramitas:
1.
DANA/FUSE:
En la Enseñanza fundamental del Buddha o
“Buddhismo en general” se toman en cuenta cuatro (4) elementos:
Quien da- el Objeto a dar- Quien recibe – el Resultado
El primer elemento, el donante, debe estar libre de
apego de los otros tres (3), lo que en japonés se designa con el término
MUSHOTOKU, es decir, sin ningún tipo de espíritu de provecho.
Por su parte, el 2° elemento, lo que se da, debe apuntar al menos a
tres (3) condiciones:
a) Que ayude a trascender al Receptor, esto es, que lo libere de sufrimiento sin
perjudicarlo. En este contexto, el mejor fuse
es algo relacionado con el Dharma o Enseñanza, como unas palabras sobre el tema,
un libro o artículo, la motivación para el estudio, la invitación o facilidades
para un sesshin, etc.
b) Que cubra
una necesidad básica del receptor, algo material que brinde satisfacción en
ese orden de necesidades.
c) Que brinde afecto en términos de educación o del el tiempo dedicado a la otra persona
para atenderla en su comprensión del sufrimiento, de tal manera que brinde
sosiego al que recibe.
En el Fuse es importante considerar
también el karma (acción/consecuencia en determinadas condiciones) como
algo positivo que se brinda al otro, quien a su vez nos da la oportunidad de la
acción mushotoku para beneficios de todos los seres sensibles (=que sufren).
Recordar que al practicar la
Generosidad/FUSE nos alejamos del apego y la aversión, dos de los tres venenos
de la mente, tema que abordaré más adelante. También es cierto entonces que la
falta de generosidad fortalece al ego y así crece el egoísmo, la aversión y aun
el odio hacia aquello u aquellos que siente como una amenaza.
Para nuestro Sensei Nansen, el Fuse
significa coexistir en intercambio constante con los demás y con el entero
Cosmos. Comprender súbitamente en Zen del Buddha es comprender esa coexistencia.
Esto es fundamental. Educamos a nuestros hijos con el consejo de que “sea
alguien en la vida” lo que muchas veces apunta a la competencia de todo tipo,
en lo que es instrumento esencial el propio ego en su aspecto guerrero, asura.
En Venezuela conocemos bien este aspecto del ego: Querer ser el más importante,
sobresalir ante los demás, al precio que sea, y se desarrolla el individualismo
anárquico perfumado con dogmas igualitarios. El caso extremo que vivimos hoy
día es la destrucción de la nación, de la sociedad toda, de la misma
Naturaleza, que es como matar a la propia madre. Para nuestro Sensei, Fuse es
estar vivo con respeto a uno mismo y a lo/s otro/s. En cambio el ego, como es
débil, siempre quiere tener más con la ilusión de sentirse fuerte y poderoso.
En el Mahayana, el Fuse más grande es
encarnarse en Boddhisatva para ayudar a los demás, tarea que no acaba jamás,
tal como lo dice el Dalai Lama.
Los Maestros Deshimaru y Nansen insisten en
que, cuando tenemos la oportunidad de nacer humanos, ser Boddhisatva y
practicar zazen es el don más alto. Así que nuestro zazen es para los demás, no
para uno mismo. Durante zazen nos concentramos en la espiración, en la larga exhalación…
porque precisamente es dar. La inspiración o inhalación por el contrario es
corta, porque es poco lo que recibimos., de esa manera el ego no perturba.
Nuestra práctica en el dojo y en todo el
sesshin es Fuse: Al hacer Gassho, en el Samu, el Kin Hin y especialmente el
zazen, puesto que este el Universo toma cauce y vive.
Kodo Sawaki, el Maestro de Deshimaru,
decía:
Fuse no es solamente dar. Es también no desear, no querer no solo cosas materiales, sino tampoco el paraíso o el Satori. Fuse es no temer a naraka, al infierno. Fuse es transforma nuestra vida, haciéndonos independientes, sin miedos
Maestro Shomon Kodo Sawaki (1880 -1965)
Por su parte, desde la mística de Evagrio Póntico, tal como lo señala en su Praktikós (81),
la caridad es la hija de la Apatheia,
es la flor de la práctica. La observación de la enseñanza del Amor fundamenta
la práctica.
2. SHILA
/Jikai: La ética, representada en nuestro caso en los Preceptos.
Para el Buddhismo Fundamental, es la raíz
de toda felicidad, puesto que brinda paz y tranquilidad a todos, en tanto que
tenemos menos razones para sufrir. Hay que considerar las 10 acciones
generales, que se condensan en tres dimensiones actitudinales, a saber:
a.
Acciones del cuerpo:
Matar, quitar la vida a humanos y animales.
Robar: Quitar aquellos no nos ha sido dado (que
NO es un fuse).
Conducta sexual incorrecta: violenta, adúltera.
Lleva finalmente al sufrimiento.
b.
De la
palabra:
Mentir: Falsear, exagerar, manipular.
Insultar para intimidar.
Calumniar para separar.
Palabras inútiles: Chismes, banalidades
c.
De la
mente (las más importantes, puesto que conducen a las dos anteriores). Son
los famosos Tres Venenos advertidos por el Buddha.
Avaricia.
Pensamientos codiciosos: Deseos que finalmente conducen al sufrimiento.
Aversión,
que degenera en odio o deseo de causar daño, mala voluntad.
Ignorancia,
visión errónea: Creer en la permanencia, en la sustancialidad del ego. Negar
los Tres Tesoros: Buddha (Despertar), Dharma (Enseñanza), Sangha (Comunidad).
Esta Paramita señala entonces un estado
mental en armonía con el Cosmos, de compromiso con la Atención-observación
permanentes, con la Virtud. En el Mahayana, se expresa en la Bodichita (en tibetano)
o Bodaishin (en chino-japonés): la mente altruista, despierta, abarcante, de
amor incondicional, Mushotoku, la Compasión más elevada, que implica una Visión
búdica, trascendental, no aferrada a formas, libres de los apegos al sujeto, al
objeto y a la acción.
El Buddhismo fundamental considera que el
verdadero mérito se encuentra en un estado mental que genera amor por todos los
seres. Lo más importante entonces es trabajar en ello. Lo más importante es
nuestro estado mental.
En el Zen, seguimos los Preceptos (Kai) Fundamentales e Importantes
En un Sesshin del año pasado, en este mismo sitio y
en este mismo mes, el tema fue precisamente el de los Preceptos. Por tanto no
es el caso abundar en ellos. Lo que sí debemos hacer es tenerlo muy presentes.
Si
hacemos un inciso con la sabiduría de Evagrio Póntico, en su Praktikós, 15
propone con plena coincidencia
Función
|
Logismoi
|
Falsos Zen
|
Dualidad
|
Cuando…
|
Camino Cristiano
|
Preceptos Zen
|
Concupis-cible (epithymia)
|
-Gula
-Lujuria
|
Chukiso: lujuria y gula
|
Deseo / Ecuanimidad
|
La Concupiscencia (epithymia) se inflama
|
La extinguen el hambre (ayuno), la
fatiga y la soledad
|
Sexualidad sana
|
-Codicia
|
Gaki: Deseos insaciables
|
-Honradez
-Generosidad
-Sobriedad
|
||||
Emocional / irascible (thymós)
|
-Ira
|
-Asura: Ira, exceso de coraje
|
Rechazo / Observación
|
Lo irascible (thymós) se altera
|
Lo calman la salmodia, la paciencia y
la misericordia
|
-Preservación de la Vida
-Ecuanimidad (No dejarse
llevar por la ira ni alentarla).
--Observación imparcial
(No criticar ni juzgar a los demás)
|
-Tristeza
-Acedia
|
-Naraka: Estado infernal,
-Ningen: Apego a los problemas mundanos
|
|||||
Racional-Espiritual (Nous)
|
-Vana gloria
|
-Tenjo: Éxtasis -Shomon: Auto suficiencia...
|
Opinión / Verdad (Talidad)
|
El intelecto (Nous) está errante
|
Lo estabilizan la lectura, la vigilia y
la oración pura
|
-Sinceridad (No Mentir ni
alentarlo)
-Valoración justa (No
alabarse ni despreciar a los demás)
-Respeto a los 3 Tesoros
|
-Orgullo
|
-Engaku:
Misantropía.
|
Todo esto en su
momento y medidas convenientes.
Hay mucho que
contemplar en el interior: Contemplar a Dios en ti mismo.
La táctica de los logismoi es la insidia y la astucia,
pues NO son capaces de observar el interior, que pertenece a Dios (ver Capax Infiniti, M. Eckhart).
Los 8 logismoi son la fuente de todo
sufrimiento, dan una comprensión errónea de la esencia de lo real.
3. KSHANTI,
Ninniku, la Paciencia
Para el Buddhismo Tradicional, hay dos tipos de paciencia, la Objetiva y la Subjetiva. La primera
exige ecuanimidad, contención y tolerancia ante los agravios, para no
victimizarse. La Paciencia Subjetiva
consiste en la COMPRENSIÓN de que la
situación dolorosa es un resultado kármico; aceptar la situación es
comprender que personas y condiciones/circunstancias son propicias para que se
libere el propio Karma.
La
Paciencia es una mente que carece de aversión hacia el sufrimiento manifiesto,
sus causas y sus condiciones. El sufrimiento
manifiesto se expresa en angustias, insatisfacciones, perturbación física y
mental. La Paciencia verdadera, la subjetiva, acepta el sufrimiento o la
“realidad” tal como es. Acepta sus causas verdaderas, que se hallan en los
estados mentales insanos, en otras palabras, en los Tres (3) Venenos: La aversión, el apego y la ignorancia.
La Paciencia acepta las condiciones del sufrimiento: Cualquier
agente externo que hace posible que germine la semilla del karma.
La Paciencia implica ACEPTACIÓN como antídoto a la aversión. Aceptación de uno mismo,
aceptación de reconocer que NO TENEMOS EL CONTROL de todas las condiciones,
para lo cual hay que aceptar nuestras circunstancias generales y específicas de
vida, aceptar la realidad (karma) tal como es, no apegarse/aferrarse a
expectativas, esperar lo inesperado. La aceptación no implica pasividad ni
sumisión. Practicar la Paciencia es un acto de Compasión.
Ante una agresión externa, puedo responder
con otra agresión, lo que conlleva mayor agresión del otro y por ende mayor
karma negativo de ambos, lo que produce un lazo kármico, de difícil desenlace.
Hay que soportar a quienes nos hacen daño. Quien agrede está gobernado por su
ira, la que está respaldada por la IGNORANCIA, por el Ego, que se mueve entre
los tres Venenos, génesis de todas las acciones negativas, ya estudiadas.
La culpa es inútil, porque es mal karma,
que propicia más agresión y, con ella, más ignorancia.
De la misma manera que una persona
necesitada favorece la primera Paramita (Generosidad / Fuse), igualmente los
agresores y las situaciones adversas favorecen la Paciencia y de la Compasión.
Al perder la Paciencia, hay mayor
sufrimiento, más Karma negativo tanto para el agresor como para quien recibe la
agresión (lazo kármico).
Recordemos que para Evagrio Póntico si se encrespa la parte irascible del alma, la tranquiliza
la salmodia (canto de los salmos), la paciencia y la misericordia
(Generosidad).
Durante
zazen, nos hacemos expertos en Paciencia. Como dirían los monjes
benedictinos, los practicantes del Zen ejercen el Magisterio de la Experiencia en cuanto a la Paciencia. Decía Sensei que no moverse durante la
práctica es el mejor ejercicio de Paciencia, pase lo que pase, que así
comprobaremos cómo nacen grandes méritos y virtudes.
En la vida cotidiana, puede surgir una
situación adversa que nos moleste mucho. Pero si no hacemos nada y observamos
con ecuanimidad a los involucrados y las condiciones, podremos cortar de raíz
la ira.
También durante zazen o fuera del Dojo
pueden surgir sentimientos de avidez o deseo sexual. En zazen aprendemos a
sublimar (alquímicamente) tales deseos y poderlos aplicar con Paciencia en la
vida diaria.
Kodo Sawaki decía que
Ninniku (Paciencia) no es resultado del esfuerzo
voluntario. No es tampoco soportar o perseverar (Paciencia Subjetiva), sino vivir como alguien que ha abandonado su ego y se encuentra libre
de obstáculos y de las ilusiones de su propio pensar y no está consciente de su
propio despertar/práctica.
El
dominio del ego no tiene ningún sentido, porque en realidad no existe (ver Sutra de la Gran Sabiduría). Es por esto que no podemos desear algo
absolutamente.
Así, en lo más profundo de nuestra
Naturaleza, no hay separación. Pero el ego se empeña en recibir a los logismoi y a dejarse confundir por esos
demonios. Ese movimiento mental nos lleva a crear separaciones y a aislarnos de
nuestro propio origen, a separarnos del Universo, de Dios.
Paciencia es abandonar el ego y vivir en
armonía con todas las cosas, con todos los seres sensibles, sin olvidar nuestra
Naturaleza unificada. Así cesa la lucha tanto en el propio zazen como en
nuestra vida diaria. La paciencia nos ayuda a aceptar la vida en su Talidad,
tal como es, sin querer obtener nada. Nos ayuda a seguir el Orden Cósmico.
Por el contrario, si nos apegamos a los
logismoi, a los pensamientos-emociones-sentimientos-sensaciones
corporales, perturbamos nuestra propia sabiduría natural y el inconsciente
habla a través del cuerpo en dolores y enfermedades.
En su Antirrhekitós, Evagrio
insta a no seguir la lógica de los demonios. Hay que custodiar el corazón:
Interrogar en su puerta a cada logismoi, para discernir si es de paz o de
ira/deseo.
4. VIRYA,
Shojin: La energía, el Esfuerzo.
Para el Buddhismo Tradicional es algo que
nos envuelve en cuerpo-mente-corazón. Quien tiene Paciencia desarrolla
entusiasmo, porque el Despertar solo habita en aquellos que canalizan su
energía. El Esfuerzo es encontrar Alegría en lo sano. Lo opuesto es la pereza,
la atracción hacia el mal (=apego a los Tres
Venenos), el desprecio por sí mismo, por desaliento, por Acedia (Evagrio). La pereza crece por el
apego al sabor agradable de la ociosidad y del adormecimiento, que esconden el
temor ante la desilusión que acompaña al sufrimiento.
Así, hay que cuidarse de la Impaciencia
por exceso de pasión, de fogosidad, de
entusiasmo. La Meditación permite un equilibrio entre la Paciencia y el
Esfuerzo. Cuando este encuentra alegría en lo sano disfruta la práctica de la
Virtud. En cambio, cuando caemos en las acciones no virtuosas, a sabiendas de
que generamos sufrimiento, evadimos responsabilidades a través de la
procastinación, entreteniéndonos en cosas superfluas, lo cual está relacionado
con el desprecio de sí mismo, con la baja autoestima.
Hay que comprender que el Camino es una
carrera de resistencia, donde los obstáculos y dificultades y contratiempos son
las piedras que nos ayudan en el ascenso de la montaña, por eso es necesario sostener
la energía a largo plazo, prepararnos para superar el DESaliento (Acedia).
El Maestro Deshimaru insistía en hablar de
esta energía para comprender MUJO - La
Impermanencia. Esta comprensión es equivalente al Despertar y de allí surge
espontáneamente la Compasión. Explicaba que shojin significa tanto energía como perseverancia y devoción.
“SHO” en este caso significa puro, sutil.
“JIN” aquí es perseverar, avanzar, progresar.
SHOJIN
es la Energía recibida a través de la Paciencia. La fuerza que nos guía en
la dirección justa (=en armonía con el
Cosmos). Esta energía es fundamental para todos los practicantes. Les
permite continuar en el sendero, en especial a los responsables, porque es el
fertilizante de su propia Compasión. Es Lo que permite que la Enseñanza se
transmita a través de las generaciones. Esa energía en el Boddhisatva se transmite
a través de la práctica, ISHIN DEN SHIN.
Hay
gente que pone como una excusa más para no volver al zazen los rituales, el
canto de los sutras, el kyosaku… En realidad, los rituales en el Zen Soto son
muy pocos. En todo caso, sirven para incrementar SHOJI, para complementar la
práctica asidua del zazen y es un puente con la cotidianidad. Las ceremonias y
rituales, así como el samu, nos ayudan a mantener la concentración en todo
momento, a proseguir en la Vía de manera continua, para que no decaiga el SHOJI.
Saludo al
Valle de Canoabo. Sesshin julio 2016. En la imagen Yleany González y los Sensee San Hei Briceño y Sho Iku Espinoza.
Nuestro Sensee Nansen decía que SHOJI no proviene
del raciocinio, conceptos o ideas o costumbres sociales –tan fuertes en nuestro
país-, sino del Dharma transmitido por los Patriarcas y Maestros hasta nuestros
días y así continúa y continuará. Practicar solo es muy difícil (Zen Shomon,
Engaku…). Es como un solo madero que arde.
Para que la llama del Dharma alumbre en la
distancia universal debe ser una gran fogata, como la que arde ahora en este
dojo, que se ve a lo lejos, cuyo calor alcanza a los seres que sufren,
comenzando por nosotros mismos, nuestros familiares y amigos, nuestros
allegados, nuestros vecinos. Por eso la vida de Sangha es sumamente importante,
permite aumentar la llama de SHOJI. No es la voluntad individual la que
motoriza el Camino, es la energía de los Tres Tesoros la que nos mantiene en
ascenso en el difícil y largo sendero de la montaña del Despertar
La
otra fuente fundamental de SHOJI es el zazen mismo, síntesis de todas las
Paramitas, estemos o no conscientes de ello. Es necesario concentrarse en la
postura y la respiración y simplemente dejar pasar todo fenómeno que aparezca
en la conciencia. Es algo mucho más difícil de realizar fuera del dojo y de
allí la importancia de hacer retiros, puesto que aquí nos consagramos unas
horas a la concentración absoluta, tal como debe ser en cada segundo de
nuestras vidas, incluso al colocar sus zapatos en la antesala del dojo.
Deshimaru decía: “puedo conocer su mente por la forma como ponen sus zapatos”.
Expresa la unión o separación cuerpo-espíritu. Cuando están tirados como sea,
hay separación; cuando están colocados armoniosamente, hay armonía
cuerpo-espíritu. Si el espíritu es uno con el cuerpo, entonces espíritu-cuerpo
es uno con todo lo que nos circunda.
Para Evagrio, es
fundamental el Camino de la respiración, del corazón: ahí está Dios, la unión
mística con Él.
5. DHAYNA,
Zenjo: Ch’an, Zen, Concentración.
En el Buddhismo Fundamental o Tradicional,
es la Paramita más importante, aunque requiere de estar en paz consigo mismo a
través del ejercicio de las paramitas anteriores. En este contexto, la
concentración permite una mente libre de dualidad, orientada a la liberación
del sufrimiento propio y ajeno. Es la atención plena no solo en el dojo, sino
fuera de él. Una meditación esporádica o momentánea en el Camino es como
pretender hervir el agua a fuego lento y por raticos.
Para el Buddhismo Fundamental hay dos tipos
de meditación: de Introspección (Vipassana) y de Tranquilidad (Shamatta). La
primera nos permite ver las cosas tal como son: sin sustancia, interconectadas,
impermanentes e insatisfactorias. Por su parte Shamatta (de la Tranquilidad),
como su nombre lo indica, es la quietud atenta del espíritu. Es la atención
vigilante, despierta, que permite abrir la conciencia plenamente, abrir la
puerta de la introspección, siempre al servicio de los demás.
Sensei siempre llamaba la atención sobre la
traducción de la palabra ZEN. Inicialmente es “concentración”, mas para muchos
significa aislarse para enfocarse en un punto o un solo aspecto de algo. En Occidente estamos acostumbrados a eso.
Entonces surge la distracción. Si se les da la instrucción de concentrarse en
la punta de los pulgares en el mudra cósmico, entonces mucha gente deja caer el
cuerpo y la cabeza hacia adelante.
En cambio, “zen” es estar enfocado en TODO, en
un armonioso vaivén guiado por las olas de la respiración. Inhalación corta,
exhalación larga… llega el agua a la arena. Estar concentrados además en el mudra cósmico, en la espalda derecha, en
cada uno de los puntos de la postura, y al mismo tiempo OBSERVAR las
manifestaciones de la conciencia, de tal manera que practicamos armoniosamente
el Shamatta (Tranquilidad) y el Vipassana (Introspección). De esa manera
estamos ligados al Cosmos.
Sesshin de julio
2016 en Cumbre de Canoabo
ZENJO
lo armoniza todo: actitud corporal, ideas, emociones, sentimientos, recuerdos,
deseos… Si apenas uno de ellos se separa aparece el sufrimiento, como lo
expresa el Maestro Sosan (s. VII) en el Shin Jin Mei (Poema de la Fe en el
Espíritu:
Penetrar la
Vía no es difícil
Basta con que no haya amor ni odio, elección ni rechazo.
Al no padecerlos
La comprensión aparece lúcida
y penetrante
Si en el espíritu se crea una distinción
Aún ínfima como una partícula,
Inmediatamente una distancia ilimitada
Separa el cielo y la tierra.
Basta con que no haya amor ni odio, elección ni rechazo.
Al no padecerlos
La comprensión aparece lúcida
y penetrante
Si en el espíritu se crea una distinción
Aún ínfima como una partícula,
Inmediatamente una distancia ilimitada
Separa el cielo y la tierra.
6. PRAJNA PARAMITA, Chi-e: La Sabiduría
En el Buddhismo Fundamental, se considera el fin del Camino a través
de la práctica meditativa. La cima de la montaña a la que se llega a través de
los obstáculos en/de la vida. Para el Buddha las tareas primordiales son tres:
Evitar el mal (= infringir sufrimiento a uno mismo ni a los demás), hacer el
bien y purificar la mente a través de la meditación y en general del Óctuple
Sendero.
Sabiduría (ir más allá de lo aparente)
1. Comprensión Justa
2. Pensamiento justo.
Preceptos éticos
(Comportamiento adecuado)
3. Palabra justa.
4. Acción justa.
5. Medios de vida justos.
Concentración
6. Esfuerzo justo.
7. Atención justa.
8. Meditación justa.
La Sabiduría
es realizar la Verdad última lo que suele
transcurrir, en primer lugar, por una comprensión intelectual como, por
ejemplo, lo que dice la traducción del Hannya Shingyo, su aceptación por la vía
del pensamiento/reflexión. Sin embargo, el Buddha insistió en que sus discípulos
no creyeran en sus palabras si no que las pusieran en práctica para una
comprensión vivencial, para realizar la experiencia directa del Dharma,
comprender la realidad tal cual es.
Cuando aquí se habla de la Verdad se trata del descubrimiento de la naturaleza
de nuestra mente y de los fenómenos, lo cual conduce a la erradicación de todo
egoísmo y pensar disperso, del letargo mental.
Para el Buddhismo Fundamental o Tradicional,
la Sabiduría es la percepción de los fenómenos en sus tres características. Un
fenómeno, en castellano, no es solo un monstruo, es todo los acontece en
nuestra mente: el monstruo como fantasía, las ideas, los conceptos, los sueños,
la información de la memoria y de los seis (6) sentidos: Vista, oído, olfato,
gusto, tacto y conciencia.
Las características
de los fenómenos son:
1.
Impermanencia
2.
Sufrimiento/Insatisfacción
3.
In-sustancialidad
Veamos una por una esas características:
1. Impermanencia: Todo
cambia instante tras instante, todo surge y cesa. En esta característica, los
fenómenos tienen dos propiedades:
a.
Su apariencia,
lo que consideramos evidente, que está signado por la transformación continua.
b.
Su verdadera
realidad, la Talidad, la cosa en sí. La meditación Vipassana permite descubrirla través de la observación directa.
2. Sufrimiento/Insatisfacción: La Impermanencia produce dolor, que puede
darse de tres (3) formas:
a. Real:
Sensación físico-mental.
b. Del cambio:
Resistirse a la transformación, no aceptarla a través del aferramiento a lo
aparente y el placer derivado del contacto con un objeto/situación/persona. Se
habla entonces de un placer aparente o contaminado (por los tres venenos). Al
surgir estos, la búsqueda del placer conduce a la saturación y con ella
sobreviene el sufrimiento.
c. Condicionado: Es omnipresente. Está
consustanciado con los cinco agregados o skandas:
Cuerpo-materia-forma, Sensación-Percepción, Pensamiento-Emoción-Sentimiento,
Actividad, Conciencia. Es la base para EXPERIMENTAR los dos anteriores. Una
vez que se supera este tipo de sufrimiento, se superan los dos anteriores.
3. In-sustancialidad: Ausencia de un Ego permanente. Todo fenómeno
está sujeto a la Ley de Causa-Efecto (más las Condiciones en las que se dan),
nada existe por sus propias características aparentes. Las “cosas” o fenómenos
se nos aparecen como sustanciales, permanentes y deseables/indeseables. Cuando
hay apego, exageramos sus cualidades positivas, cuando hay aversión, hacemos lo
contrario. Por la Insustancialidad comprendemos que las cosas no tienen
cualidades, si no que, según nuestras sensaciones-percepciones, se las
adjudicamos y las tratamos en consecuencia, como si los fenómenos tuvieran
autonomía. Pero en la Talidad, en la Realidad Última, todos son vacíos de
naturaleza intrínseca.
Evagrio, en De Oratione (153): Habla de la Oración pura, de
fuego, sin distracción, más allá de los agradable/desagradable. Esto es la HESYQUIA.
En la Enseñanza
del Zen, “Sabiduría”, CHI-E, está compuesta por dos (2) ideogramas:
·
CHI, el saber
intelectual propio del lóbulo frontal del cerebro.
·
E, la
Sabiduría profunda, no solo del cerebro, sino de todas las células del
cuerpo-espíritu.
En
el Zen hay un encuentro, un equilibrio entre esas dos sabidurías. La Paramita
anterior –la Concentración- el Zen la considera ZEN-JO. Este “JO” corresponde
al Samadhi, el espíritu sereno,
inmóvil. La Sabiduría Justa del Óctuple Sendero, nace de ese JO. Sin este, es
solo saber intelectual, erudición. Los demasiado inteligentes discuten mucho,
se pelean. Podemos ser sabios sin ser muy inteligentes.
En el cuerpo-espíritu esta sabiduría se
asienta en la respiración en el hara,
en el bajo vientre. Sensei decía:
Si se practica Zenjo, la Sabiduría CHI-E se realiza en
su cuerpo-mente. Eso es MAKA HANNYA, la Gran Sabiduría, que es el Sutra que
cantamos todas las mañanas.
El apego a los cinco skandas o agregados conforman el Ego y el aferramiento a este es la
fuente del sufrimiento. Como dice el Sutra, el Boddhisatva practica la Gran
Sabiduría a través del zazen, puede comprender que los cinco skandas
o agregados son KU, VACUIDAD: No
tienen sustancia permanente, no NÚmeno. Hay que observar los FENÓmenos sin
seguirlos, reconocerlos sin entretenerlos (como decía el Maestro Ejo al
principio de este sesshin, al leerles el Hokyo
Zanmai). El Boddhisatva observa ese río de fenómenos sin comprometerse,
como ver una mala película. Comprende que la esencia de todo es KU
y gracias a esta comprensión ayuda a todos aquellos que sufren.
El Boddhisatva está liberado de la prisión
de los skandas. Gracias al zazen volvemos
a nuestra condición original, a KU, el
verdadero centro. Zen es Concentración y Concentración significa Buscar
el Centro, el Cero, el Vacío, el momento de espirar o exhalar. Al inspirar,
volvemos a los fenómenos, SHIKI… Luego exhalar, KU.
SHIKI SOKU ZE KU. KU SOKU
ZE SHIKI: Los fenómenos no son diferentes del Vacío; el Vacío no es diferente
de los fenómenos
La verdadera Sabiduría, CHI-E, va de la inspiración a la
espiración y viceversa, es cambiante, creadora, creativa.
Sensei decía que la mayoría de la gente
tiene un saber fijo, saturado de categorías y opiniones personales. La
consecuencia de esto es que sus acciones son más menos las mismas, son
predecibles. Mientras que los maestros zen son impredecibles, ya que su
Sabiduría es CHI-E, siempre
cambiante, como el río.
Para Evagrio hay dos
formas de relacionarse con los fenómenos, con los logismoi:
1.
Mayor confusión,
dualidad apego/rechazo.
2.
Sabiduría:
Observación paciente, moderada y ecuánime de la propia alma.
Praktikós 28:
No abandonar la celda (=presente), conciencia en el momento de las tentaciones,
no fingir con racionalizaciones para seguirlas. No asentarse en la cultura de
las distracciones.
En Venezuela, la tribu nos exige una forma de actuar, hablar y
pensar-sentir común. Por años ha prevalecido la viveza, la guachafa, el
escándalo como expresión de “alegría”, el machismo, la impuntualidad, la
procastinación, el individualismo anárquico.
Sobre los llanos, la palma
sobre la palma, los cielos
sobre mi caballo, yo
y sobre yo, mi
sombrero
Nada más alejado
del Zen. Una identidad nacional así es parte de un aferramiento que nos limita
en el desarrollo de nuestra Sabiduría. El desmontaje del Ego pasa por desmontar
esos aferramientos colectivistas. Hoy día con el ansia de migración cobra mucho
sentido las admoniciones de Evagrio sobre la Acedia. Leamos el
Praktikós
12:
“El demonio de la
acedía, llamado también demonio meridiano, es el más oneroso de todos. Ataca al
monje hacia las cuatro y le asedia hasta las ocho. En primer lugar hace que el
sol se mueva lentamente o que se detenga dando la impresión de que el día tiene
cincuenta horas. Luego impulsa al monje constantemente a la ventana para mirar
y saltar fuera de la celda, para observar el sol y comprobar si son más de las
nueve y no viene ningún hermano. Este demonio inculca una aversión al lugar
donde se vive, así como al modo de vida, aversión al trabajo manual y aparece
la idea de que el amor entre los hermanos ha desaparecido, que no hay nadie que
le consuele. Si hay alguien que en estos días le ha molestado, el demonio usa a
ese hermano para aumentar la animadversión. El demonio le hace tener nostalgia
de otros lugares donde el monje podría fácilmente encontrar lo que necesita y
donde podría tener una forma de vivir menos pesada y más ventajosa. Le añade la
sugerencia de que agradar al Señor no está ligado a ningún sitio. En todas
partes, le susurra, puede ser adorada la divinidad. Continúa el tentador con el
recuerdo de los parientes y del modo de vida anterior y le pinta cuánto dura la
vida poniendo ante sus ojos las cargas de la ascesis. Pone, como dice, todas
sus baterías en movimiento para que el monje abandone su celda y huya del
camino de su carrera. Después de este demonio no viene ningún otro. Un estado de
inefable alegría invade al alma después de esta lucha”.
La Acedia es
un logismoi
del mediodía (aprox. 10 am – 2 pm / Edades 35-55 años) que asedia el alma, despierta aversión al
lugar. Este demonio agota demasiado. Para Juan Casiano (c. 360/365-c. 435),
otro Padre del Desierto, la acedía es el tedio del corazón.
El Abad Moisés,
cuando los discípulos preguntaban demasiado, decía: “Vete y siéntate en tu
celda (Observación aquí/ahora)… y ella te enseñará todo”.
No Ajahn Chah, un Maestro
del Buddhismo Theravada, insta a no asociar sufrimiento con lugar, no huir de
esa asociación.
Para Evagrio, el
verdadero remedio ante los logismoi es
la Observación ecuánime de las insidias del adversario, no reacción y no
identificación con los mismos (Praktikós 28).
En el Antirrhekitós,
aconseja no seguir la lógica de los demonios. Custodiar el corazón, para lo
cual hay que interrogar en su puerta a cada pensamiento, para discernir si es
de paz o de ira/deseo.
Para concluir este Kusen, algunas otras palabras de la mística
de los Padres del Desierto y fundamentalmente del monje que hemos citado,
Evagrio Póntico, quien pone al Maestro Jesús como modelo de Praktikós. Por
ejemplo, en Mc 14, 34.38, 41-42. Jesús siempre meditaba en retiro antes de
tomar una decisión. En estos versículos se presenta una crisis dualista al
plantearse la disyuntiva morir-no morir. Pero luego observa el Maestro observa ecuánimemente
y acepta la realidad tal cual es. Por cierto este es un pasaje apofático en los
Evangelios. Para aclarar esto último, vale decir lo siguiente:
Hay 2 tipos de
teología:
a.
Katafática: Se llega a Dios por
afirmaciones de lo que (supuestamente) es. Riesgo de su antropomorfización, se
puede llegar a dudar de Su bondad por catástrofes, genocidios, hambrunas,
etc...
b.
Apofática: Negaciones: Dios No es aquello
que pensamos de Dios.
Sobre
esta, dice Evagrio en De Oratione 67: No representes en tu interior la
“divinidad” cuando ores, ni consientas que se modele en tu intelecto forma
alguna, corre inmaterial a lo inmaterial y comprenderás.
Juan Casiano propone
3 renuncias:
1.
Abrenuntiatio
prima: No vivir como los mundanos, de cacería ávida (Gaki).
2.
Abrenuntiatio
secunda: Olvidar los logismoi para llegar a la puritas cordi, la pureza de corazón. Theoria de Dios, la contemplación (Vipassana).
3.
Renunciar a la idea de Dios, participar
realmente de lo que es (KU).
En su Praktikós 42, Evagrio
advierte en no ir contra el demonio que te oprime. Es mejor la Oración de
silencio, ecuánime cuerpo-mente. NO pedir. No dialogar (Mt 21, 12-13). De usar
la ira, debe ser la Ira Dei, ira
sabia: para enseñar o para echar a los mercaderes (logismoi) del templo interior.
El Hno. Leandro
Posadas, en el Retiro del 23-26 junio 2106, en la Abadía Benedictina de Güigüe
(Edo. Carabobo), nos dijo al final del mismo:
Si no
conocemos los logismoi, no conocemos la causa de los
demonios. Si no sabemos esta, no sabemos
del cese de las tentaciones. La PAX (Apatheia) está en nuestro interior, donde
están las tentaciones. Donde experimentemos la tentación, podemos encontrar
(junto a Cristo o a Buddha, la Voluntad de Dios) la emancipación de los
demonios. La voluntad de Dios es la
realidad en cuanto tal, la talidad observada con ecuanimidad en-y-desde el
cuerpo/mente.
Sta. Teresa de Jesús (1515
-1582) decía Cada cual debe crear su propia experiencia, crear el libro que es.
Observar la realidad sin el estorbo de la “mente” es la
posibilidad de la Apatheia aquí/ahora (Tal como lo enseña el mismo Dalai Lama).
La mayor adicción del ser humano es el dualismo
emocional y racional de desear/rechazar continuamente, vivir la vida desde esta
comprensión errónea. Pensar que solo somos felices si satisfacemos los objetos
de los 6 sentidos: Vista, Oído, Gusto, Olfato, Tacto + Conciencia (Según la
Enseñanza del Buddha y según S. J. de la Cruz) ¿Es la satisfacción la única
forma de ser ser humano (Dukkha)? ¿Es posible un ser humano más allá de la
satisfacción?
Según Evagrio, podremos amar verdaderamente y ser
compasivos (Torah) desde una práctica
seria, fiel, constante, diligente y sincera que purifique nuestro ser
profundamente y nos haga ver la realidad
tal cual es y no oscurecida por el estorbo de nuestra comprensión errónea de la
misma. Amar evangélicamente desde una observación ecuánime de nuestros
pensamientos y percepciones, pues un conocimiento auténtico es cimiento de
nuestra libertad.
Practiquemos con temor y temblor para que nos liberemos
del “enganchamiento” y del pensar que son solamente los “6 sentidos” los que le
dan sentido a nuestra vida. Le hemos dado un valor exagerado a lo que llega de
nuestros sentidos. Investiguemos (contemplación=Vipassana) el cuerpo/mente de manera constante en esta celda del
aquí/ahora. Será entonces cuando la
serenidad aparecerá, no fácilmente, porque aún nos faltará mucho para ver y
vernos desde la “Lógica de Dios” con claridad.
Aún no vemos cómo surge la desdicha que traen los logismoi a nuestra vida a causa de
nuestra Ignorancia (en sentido Buddhista) sobre nuestro ser más profundo.
Volver a comenzar a cada momento, una y otra vez, desde
la comprensión con nosotros mismos, desde la paciencia y la persistencia… así
es como es (Hata´). La levadura de la
praktiké y del arte de los logismoi es cualquier pensamiento
agradable (parte concupiscible) o desagradable (parte irascible) en el flujo
constante de nuestra vida.
Seamos conscientes, astutos como los demonios,
de las dificultades y convirtámoslas en posibilidad de comprensión. Seamos
capaces de observar directamente la naturaleza del deseo, del odio, de la
lujuria, de la gula, de la ira, de la tristeza, de la acedia, de la vanagloria
y del orgullo en este desierto amable y dichoso que es la vida humana.
Para finalizar, unas palabras de la Monja Ai Ko, nuestra
Tenzo:
Monja Ai Ko (n. 1956)
La relación entre los seres humanos es difícil porque
en ella ponemos nuestros afectos, por eso nos afecta. No nos debería costar
mucho ser amables y amorosos, pero no todo el mundo quiere eso, aunque en fondo
lo necesite. Así aparecen el rechazo, los odios, las frustraciones, la
insinceridad. No obstante, la relación
más difícil de llevar es la relación sana con uno mismo. Ese es nuestro reto
diario.
Monje Shô
Iku, Cumbre de Canoabo, Edo. Carabobo, Venezuela. 29-31 julio 2016
Asistentes al Sesshin
de julio 2106 en Cumbre de Canoabo
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